Todo parece cambiar, se terminan las vacaciones, las noches empiezan a ser más frescas y largas y en los parques ya llueven hojas. Es como después de un paréntesis todo volviese a su lugar, como el pez que se come la cola, empieza esa rutina esperando otra vez esas anheladas semanas de de “libertad” y esos días largos de sol.
Todo parece volver a su lugar menos yo.